Esta técnica está autorizada por la FDA para tratar la pérdida de cabello mediante la estimulación de los folículos pilosos. El láser estimula la producción de la molécula ATP (adenosín trifostato), la cual aumenta el metabolismo y actividad celular para fomentar el crecimiento de cabello sano y fuerte.

Utilizar el láser de baja intensidad favorece la restauración capilar e incluso, se convierte en una gran herramienta para prevenir la caída de cabello.

El láser estimula la circulación sanguínea y linfática, otorgando más y mejores nutrientes para la regeneración y el fortalecimiento capilar. En estudios recientes se ha comprobado que contribuye a disminuir la actividad de la dihidrotestosterona (DHT causante de atrofiar la glándula sebácea que origina la pérdida de cabello).